Cerca de un millar de montañeros renovaron la tradición anual de colocar el nacimiento en el Mencilla. El buen tiempo permitió que los participantes disfrutaran de maravillosas vistas al coronar la cima.
De todas las cumbres de la Sierra de la Demanda que superan los mil metros existe una en la que, desde ayer, un belén recuerda que es Navidad. Más de ochocientas personas, entre ellas miembros y simpatizantes de la Sociedad de Montañeros Burgaleses, instalaron, como cada domingo anterior a la Navidad y desde hace cuarenta años, un nacimiento en la cumbre del pico Mencilla, a 1931 metros de altura.
Tocaba renovar esta sana tradición con una ascensión que no entrañó ninguna dificultad y en la que participaron aficionados de todas las edades, desde los seis a los sesenta años. Amantes de la naturaleza, de la montaña, y familias enteras, disfrutaron de una jornada diferente en la que pudieron divertirse con la blanda nieve y felicitar las fiestas en una de las cimas más altas de la provincia: «El día nos ha acompañado, no ha soplado casi viento, no había niebla y estaba muy despejado, desde la cumbre se podía observar toda la sierra y el valle del Ebro, se podían distinguir incluso los Picos de Europa y la Sierra de Madrid», asegura Manuel Carbajo, vocal de la Sociedad de Montañeros, quien añade que se podía estar en manga corta allí arriba.
Mochila-belén. Previamente a la ascensión se celebró una misa en la iglesia románica de la localidad de Pineda de la Sierra, donde se bendijo el nacimiento que después fue portado por los montañeros. A eso de las 13:00 horas ya estaba colocado el belén en el pico, exactamente en unas rocas resguardadas del viento y cercanas al vértice geodésico de la zona. En este sentido, Manuel Carbajo explicó que se trata de un nacimiento especial porque se porta en una mochila de montañero que tiene cuarenta años de antigüedad, pesa cinco kilos y se puede ver a través de una pequeña ventana de metacrilato.
Noticia publicada en el Diario de Burgos el 22/12/2208 - Enlace